"Me llamo Mariel y amo orinar en los baños de hombres", yo dije mi nombre y termine con un "Yo amo orinar, el donde, es relativo" y tu sonreíste, salimos del baño y yo como se suponía y a mi buena usanza de enamorarme de los seres raros que pueblan las cantinas del centro histórico entre semana, caí estúpidamente imbécil por ti. Al salir "Ojitos Mentirosos" (esa cumbia infalible) sonaba a todo volumen , tu me dijiste que bailáramos y yo, accedí, "Tengo una vueltita que invente yo" le dije, y ella sonrio y me dijo que quería verlo, espere el ritmo necesario y la vuelta surgió sola, te acercaste y me besaste lento y húmedo, con el sabor de al menos 8 cervezas indio en tu interior, yo, seguí el beso y justo cuando iba a abrazarte, te alejaste y me dijiste "Las niñas exploradoras jamas nos enamoramos de alguien que no sea Boy Scout" y te vi alejarte entre borrachos que bailaban pegados y sin ritmo, y diestros maestros en la cumbia que gustan de dar vueltas complicadisimas que ni ellos entienden.
Hoy día sigo y a pesar de las risas y las burlas, llegando a la misma cantina, el mismo dia , a la misma hora,esperando pacientemente, con mi estúpida Bermuda azul, mis calcetotas y mi moño acomodado en mi camisa Polo, siempre con la misma esperanza,esperando... y esperando!
2 comentarios:
Muy bueno.
Leo palabra a palabra y conforme voy avanzando mi mente se viaja a esos lugares tan raros e inexplicables de los que hablas, eres de esos que hacen que camine uno dentro de las propias celulas del sentimiento, genial por esto¡¡¡
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